A principios de los años sesenta, Chuchú (el plomero hotel) y Lulú (la jefa de limpieza), junto a muchos otros, comenzaron a demoler las obras defensivas construidas en la costa durante la Crisis de Octubre con el fin de preparar la propiedad para lo que sería Villa Trópico, inaugurada en 1962. Este lugar se encuentra a una hora en coche desde La Habana o desde Varadero, y ostenta una belleza creada por la Madre Naturaleza durante millones de años. El complejo hotelero de playa está rodeado por pintorescos acantilados, cubiertos de pinos y palmeras, que seducen a los exploradores e invitan a realizar caminatas guiadas a través de una red de senderos establecidos.

La arena blanca de las playas atrae a bañistas tanto locales como extranjeros; mientras que los fondos marinos cubiertos de piedra caliza son magníficos. Por eso se recomienda traer zapatillas de surf y equipos de snorkeling, para explorar el maravilloso mundo submarino. El arrecife de tres kilómetros de largo descansa a solo 50 metros de la costa y se puede llegar nadando o en bicicleta acuática (incluida). El hotel cuenta con un centro de buceo que facilita inmersiones marinas en diversos sitios.

Como se puede apreciar, abunda la generosidad de la naturaleza; lo cual se complementa con las sabrosas comidas caseras que los huéspedes disfrutan en el restaurante buffet.

Dirección: Playa Jibacoa, Santa Cruz del Norte. La Habana, Cuba.

Total de Habitaciones: 154